Reserva Natural Ayuí Grande

La creación de la Reserva Natural Arroyo Ayuí Grande surge de la decisión de las empresas MASISA Argentina S.A. y Forestal Argentina S.A. de destinar unas 215 ha. de su propiedad a su conservación como reserva natural en el año 2001. Sus principales objetivos son la conservación de la biodiversidad biológica del sector de la cuenca del arroyo Ayuí y mantener su carácter silvestre manteniendo así la calidad y flujo de sus aguas, contribuir a la conservación de la Ecoregión de Espinal y los ecosistemas de selva en galería y selva riparia y brindar espacio propicio para la investigación científica. También se realizan actividades educativas con las escuelas locales.

La Reserva Natural Arroyo Ayuí Grande tiene como eje vertebral a la cuenca de dicho curso, que a su vez es parte de la cuenca mayor del río Uruguay. Se ubica a 17 km. de la ciudad de Concordia, Provincia de Entre Ríos. Consecuentemente, la vegetación de la reserva se dispone a modo de mosaico, cuya matriz está dominada por pajonales de composición y extensión diversas en sitios topográficamente deprimidos, junto con pastizales, espacialmente menos importantes, en los sectores más elevados. A la vera del arroyo Ayuí se extienden corredores leñosos, angostos y frecuentemente interrumpidos, dominados por la Selva Riparia en los sitios más deprimidos, y por el Monte Blanco, adonde el arroyo presenta barrancos pronunciados y los desbordes son raros.

Lindando con la Selva Riparia, en sitios con anegamientos menos frecuentes que en esta, ocurren parches de Seibal. Colindando con el Monte Blanco, en sitios topográficamente más elevados que el Seibal, ocurren fajas de Espinillar. Finalmente, salpicando la matriz de pajonales y pastizal también ocurren parches leñosos poco extensos de Selva Riparia junto con algunas lagunitas temporarias y permanentes.

Se han relevado 71 especies de aves en la Reserva. Además, en estos ambientes habitan varias especies de mamíferos con relevancia conservacionista como el carpincho, el guazú birá, el lobito de río y el gato montés.

Asimismo, se relevaron 15 especies de anfibios en varias campañas.

En cuanto a los problemas de conservación que enfrenta esta área protegida se pueden mencionar los siguientes: la extracción de pindo y tacuaruzu, la caza y pesca y la introducción de especies exóticas de alto potencial invasor.

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